Picamos la cebolla en juliana y cocinamos a fuego lento para que se poche, no debe tostarse pues cambiaria el sabor del guiso.
Mientras tanto salpimentamos las tajadas de pollo, las pasamos por harina y las sofreimos un poco sin dorar la piel, solo para hacer como una especie de costra que hará que este más jugoso.
En la cazuela de la cebolla ,añadimos el ajo en láminas y la almendra molida. Removemos rápidamente.
Incorporamos un vaso de vino de jerez y dejamos que reduzca.
Una vez reducido incorporamos el pollo y añadimos el caldo de pollo, que debe cubrir el pollo en su totalidad.
Añadimos las hebras de azafran previamente tostadas y una hojita de laurel. Dejamos cocinar 35 minutos a fuego medio.
Cuando veamos que el pollo este casi listo añadimos la yema del huevo cocido para espesar un poco más la salsa, y troceamos la clara para adornar al final.
Serviremos con unas almendras laminadas tostadas encima y el huevo en daditos.
Listo y a disfrutar